La multiplicación


Las plantas suculentas se reproducen igual que cualquier otro vegetal, es decir, por dos vías distintas: la reproducción sexuada (mediante semillas) y la reproducción asexuada o vegetativa (mediante yemas, esquejes, fragmentos vegetales diversos, trasplante, etc.). La primera opción aunque es más lenta, produce variabilidad en la descendencia (por el intercambio de

material genético) logrando plantas nuevas con un grado de diversificacion de la planta madre. En cambio, a través de la reproducción vegetativa (esquejes, codos, etc.) se obtienen plantas nuevas idénticas a la planta madre.

La multiplicación vegetativa es irreemplazable cuando se trata de multiplicar diferentes particularidades: colores mutantes, ejemplares monstruosos o ciertas variedades.

La multiplicación mediante semillas es uno de los aspectos más apasionantes del cultivo de las plantas suculentas y al mismo tiempo resulta muy rica en enseñanzas. Lo malo es que no siempre resulta y además hay que tener bastante paciencia pues es lento.

Me han dicho que las mejores semillas son las frescas, es decir, las que recién se han cosechado, y por supuesto, la mejor época para sembrarlas es primavera o verano. Si uno obtiene semillas en otra época es conveniente conservarlas hasta ese momento (al fresco, en lugar seco y a oscuras).

La temperatura adecuada para para permitir la germinación fluctúa entre 20 y 27 grados celsius. También se puede sembrar en otras épocas siempre y cuando se disponga de calefacción o semillero calefaccionado. Se siembra preferentemente en macetas o en recipientes de plástico dotados de una tapa transparente o translúcida, pero también se puede utilizar una maceta común y corriente colocada en una bolsa cerrada de plástico.

Los recipientes deberán estar previamente desinfectados mediante un lavado con agua muy caliente. Entonces se rellenan con el sustrato: mezcla de arena, de turba y de una buena tierra de jardín bien reposada en proporciones iguales. El sustrato tiene que estar también desinfectado, preferentemente por un paso al vapor (yo utlizo el microondas). Las semillas deben ser tratadas, bien por lavado en una solución desinfectante (peróxido de hidrógeno al 3%, chinosol, etc.) o por un fungicida en polvo (Captan...).


Programado por Freddy Orrego Goya ( 2g.cl )- 2014